miércoles, 24 de septiembre de 2008

UNA DIOSA Y DOCE VERDADES

Siete largos años esperando, anhelando, deseando y suplicando un nuevo trabajo de la voz más característica y versátil que ha dado este país (perdona Rocío, donde quiera Dios que estés, vuestro dúo fue precioso e impactante... pero Mónica modula la voz a su antojo y en decibelios quedais en tablas).
Por fin ése trabajo se hizo realidad y está entre nosotros y en algunos casos como el mío está en nosotros, dando palabras a muchos sentimientos y pensamientos que los de a pie tenemos y no sabemos expresar. Sin ñoñerías, directa y sincera, alto y claro canta las 40 en tan sólo 12 canciones.Seguramente como cualquiera de esos fans que se pintan el nombre de su ídolo en la frente mientras entre lágrimas emiten suturales sonidos que ni ellos mismos entenderían si se vieran en un video, seguramente digo, compré la entrada por internet en cuantito salió a la venta. Unos 4 meses deshojando días esperando la fecha 27 de Septiembre de 2008. Dado que fuimos de los primeros en comprar, pudimos elegir aposento en el Palau, guiándonos por un más que erróneo mapa del recinto.
Ya nos veíamos en primera fila casi rozándola... ingenuos... que diferente era la realidad.
En el lateral más lateral conocido, con vistas a su perfil derecho (por lo menos es el bueno), a los altavoces, a los andamios del escenario,...
La indignación increscente en mí me apoderó. No pagué una entrada para ver un perfil y un montón de hierros sobre unos altavoces.
Pero la espetacular aparición emergiendo del escenario, me fue aplacando, y cuando la vi volar mientras cantaba me calmé casi totalmente.
Valió la pena, sé que no es culpa suya. Pero da la cara por ella y por sus organizadores que dejaron mucho que desear en la velada. La música estaba muy alta para su voz en las 4 primeras canciones y queriendo acaparar más público consiguieron que mas de 50 personas no pudieran disfrutar como se merecían del espectáculo. Eso sin contar el morrazo de meter una canción enterita de CD sin que apareciera ella ni por asomo, lo que me hizo pensar que saldría con un peinado y un estilismo hiperespectacular.... cuando en realidad sólo se ambió los pantalone spor una falda.
En fín, que me jodió la organización pero me enamoró su voz, su maravillosa puesta en escena y su incuestionable carisma que tan divina y diferente la hacen.
Chapó y... pasa de los que te tienen hasta la raja.

domingo, 7 de septiembre de 2008

AY PAAAAYO

Hace unos 8 años aproximadamente, conseguí hacer mío un móvil de la última generación del momento. Minúsculo, perfecto para llevar en el bolsillo, carcasas intercanviables, politonos,... bua la caña de por aquel entonces. Un sábado, decidí salir a la capital sin llevar el coche, por aquello de evitar aparcamientos, ecología, seguridad vial y tonterias varias.
NUNCA MAIS.
Justo salir del tren y subir las escaleras que llevan a la plaza que da nombre a mi comunidad, topé con decenas y decenas de personas de todas las comunidades y países que pudieran concentrarse como si de una Expo se tratase.
Alguien me pidió que le cediese mi recién estrenado móvil con acento portugués y un tono casi amable de no ser porque el abrazo que me daba acababa en una punta a la altura de mis riñones. Ahí quedó mi teléfono, la ilusión del ahorro de varios meses y las ganas de ayudar a un prójimo desconocido.

Afortunado soy, para qué engañarnos. Que yo recuerde sólo en esta ocasión me robaron. Pero años antes, en ésa época en que me tocó vestir de verde por imperativo legal, en la estación de tren de Almería, sólo y con 39 de fiebre a la vuelta de un permiso de 3 días, un barbas con poca masa corporal -y no por ser modelo- intentaba robarme el petate. Supongo que el miedo a las represalias de vuelta a cuartel me hicieron sacar el valor que seguramente de otro modo no hubiera tenido y conseguí plantarle cara y refugiarme en el bar de la estación que me guardaespaldó hasta la llegada de mi tren.

Tristemente, desde hace una semana, soy testigo de cómo un "cliente" extorsiona mañana tras mañana al dueño del bar que me despierta cada mañana con un buen café con leche. Sobre el tema hablamos y no se encuentra solución; qué hacer con un tipo que te "pide" dinero cada día, un tipo que no trabaja, que sabes que no puedes llamar a la policía porque al cierre te esperará con todo su clan hablando una de las lenguas más antiguas que se conocen, el latín no precisamente, el romaní que da más miedo.

A mi abuelo le había oído muchas veces decir aquéllo de cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar. Y qué razón tenía. Ayer por la mañana me tocó "atender" a este "cliente". Aprovechando el momento en que me quedaba sólo insistía en que le prestara dinero. Ante mi negativa por no poder echar mano de una caja que no me pertenecía, su suave tono se iba subiendo a medida que me repetía que se lo dejara. En esta encrucijada sólo contemplé dos caminos; el primero era dejarle el dinero y que me dejara él a mi tranquilo, solución temporal ya que lo tendría cada día ahí molestando, o por el contrario negarme con buenos argumentos e intertar disuadirlo. Opté por la segunda, no sin antes pulsar disimuladamente dos veces la tecla de llamada de mi movil con la esperanza de que contestaran y me oyeran discutir con el cliente en cuestión. Parece que razones como que si mi jefe me pillaba cogiendo dinero de la caja me echaba a la calle no eran sufientes para quitarle la insistencia -normal, qué le ha de importar eso a alguien que sólo conoce los trapicheos y el mercado negro, alguien que no entiende de moral ni de ética, alguien que mientras yo jugaba a canicas él jugaba con los cables de algún coche haciendo puentes sin haber estudiado arquitectura en la universidad-. Más efectivo pareció ser el decirle que me pillarian de todas todas porque mi jefe me controla cada movimiento por las cámaras y no podía jugármela. Afortunadamente en menos de 10 minutos tenía ahí a dos auténticos valientes Sergi y Juan Antonio, y aunque el non grato ya había marchado, por lo menos pude descargarme de la tensión que se llega a acumular.

Pablo se fue. Pablo no es un pseudónimo, es su nombre de pila. Es el nombre que un día su madre le puso en el culto a un chabal moreno de pelo azabache y ojos tizón más o menos de mi edad, un chabal que conozco desde antes de que le saliera barba. Hijo de una madre a la que yo pagaba cuando tenía 16 años y quería regalarle a mi madre alguna prenda de vestir con el sueldo de camarero de fin de semana. Hoy es un tipo que apesta a alcohol desde las 8 de la mañana, un desperdicio humano que vaga con los ojos inyectados en sangre y que no le basta con incomodar con su sola presencia sino que se dedica a joder y extorsionar a quienes trabajamos 7 días a la semana para poder pagar el café que me sirve otro que también trabaja 7 de 7, porque hoy por hoy, por si ése indeseable no lo sabe, es la única manera que a algunos nos queda de malllegar a final de mes. Y si el alcochol y toda la mierda que se mete dentro no le dejan entender cómo conseguir dinero decentemente para seguir jodiendo su vida, yo le podría dar un sólo consejito para que no tuviera que conseguirlo y dejara de joder la nuestra.

YA ESTÁ BIEN!!

sábado, 6 de septiembre de 2008

UNA PRINCESITA PARA UN GRAN REY

                                          NALA
Por fin está en casa. Hace tan sólo unas horas pasó a formar parte de nuestra familia. El reencuentro fue como hace un mes, en su caja de cartón, pero esta vez más calmada no quiso saltar. Tranquila y observadora clavaba su atenta mirada a todo su alrededor tratando de entender qué pintaba en aquél lugar.
Como auténticos padrazos la fuimos presentando en sociedad, a propios y ajenos, como si de una joya se tratara.
Este... bueno... seré sincero ya que me considero más objetivo. Una joya, si, pero por pulir. Por más que intentaron convencerme de que el olor que desprendía no hedor sino producto de un spray antiparásitos... mi instinto me decía que había algo más ahí debajo de su largo y atigrado pelaje. Y lo había, Dios si lo había, una larga ducha y tres intentos de enjabonado para conseguir la ansiada espuma que anunciaba que la higiene que necesitaba había llegado corroboraban mi teoría.
Se ha portado como una campeona, maullando un poco como cualquier bebé en su bañera, pero no ha intentado escapar ni arañar. Y como cualquier bebé envuelto en su toalla, la secaba y acurrucaba intentando calmar sun temblores.
Qué trauma!!! Imaginad, caras nuevas, casa nueva, un fregado a 4 manos... y para colmo un rey en palacio, y vaya rey : Sir Wazz I, 5 años mayor que ella y con todo lo que significa este ser de cuerpo felino, encriptada mente y actitud divina.
Ahora su sedoso y largo pelaje brilla y huele como una auténtica princesita merece.
Una princesita bebé, no lo olvidemos, un bebé que se ha pasado toooooooooda la noche maullando. Ése sonido que parece ser el hilo musical de la noche y se apodera lentamente de mi cabeza como si lo hiciera dentro de ella; por supuesto que lo parecía: SE HABÍA METIDO BAJO EL CANAPÉ Y ESTABA TUMBADA BAJO MI CABEZA!!!!!! ¿Cómo es posible que se metiera si es un canapé, sólo hay apenas 3 dedos hasta el suelo?
Supongo que el sueño que me ha acompañado toda la mañana en el trabajo no era equiparable a la mezcla de angustia y curiosidad por volver a casa y comprobar como se les habia dado la mañana a los niños, la faena seguro no la habrían hecho pero algún destrozo...
Al volver a casa, como cada vez que se abre la puerta nos recibe Sir Wazz pero... ¿ y Nala ? ¿ ande andará? ,¿ Bajo el sofá?, ¿Bajo el mueble?, ¿Bajo el armario? Nooooo, BAJO EL MOTOR DE LA NEVERA!!!
Por favor, que crezca de una vez y no se cuele por estos sitios que me va a dar algo y eso que sólo lleva 20 horas en casa.
Ahora sólo queda esperar y esperar que la indiferencia que se procesan se convierta en sana complicidad.
Por cierto: hoy Wazz no ha dejado su amarillenta y líquida huella en ninguna baldosa de casa... algo es algo.