sábado, 21 de junio de 2008

PINTOR QUE PINTAS CON AMOR



Me despiertan por la mañana, no sin antes intentarlo durante más de 5 minutos, y a través de mis pestañas pegadas entre legañas y lagrimillas de bostezos, consigo vislumbrar las noticias de la mañana... que vienen a ser las mismas que las del mediodía, media tarde, noche y medianoche.

Son esos casi 30 minutos en los que se relatan todas las desgracias y penas que suceden en este nuestro planeta... y luego se quejan del Diario de Patricia (al menos ahí te puedes llegar a reir e incluso sentir identificado).

Yo propondría reducir -porque eliminir sería demasiado drástico- los minutos de informativos que para penas ya tengo las mías. Informativos que bien podrían llamarse "El Caso" honrando a tan mítica publicación de los años 80. Evidentemente es una opinión personal e irrelevante para millones de espectadores, así que prefiero que me acompañen canales de sólo música en los que no me hacen pensar ¿¿¿QUÉ CARAJO PINTO EN ESTA VIDA??? si estamos viviendo la agonía del ser humano mientras creemos ser los espectadores de algo que no va con nosotros.

Y pensando y pensando la respuesta fui hayando... ¿¿¿QUÉ CARAJO PINTO EN ESTA VIDA??? Pues muy sencillo: la terraza y la fachada. A grandes preguntas... grandes respuestas.

Aunque con más hueso de lo que pensaba, la verdad es que va teniendo pinta de buen chuletón. Ya no hay manchas, ni esconchones, ni cables, ni tubos que afeen la primera impresión de mi humilde morada. Tan sólo la blancura de lo puro, lo nuevo, lo limpio y de los pueblos de Andalucía que tantos recuerdos me traen y en tantos momentos añoro.

Afortunadamente charnego, conseguí empaparme de la alegría andaluza y mente abierta catalana... tanto y tan bueno de algún lugar había de venir - ;) -

Para alguien que ha nacido y crecido en una casa, veraneado en una casa y anhelado independizarse en una casa... es casi imposible conseguirlo en una ciudad superpoblada por bloques de pisos sin apenas naturaleza. Así que el destino, la suerte y mucho curro me ofrecieron el Plan B.

Quien no se consuela es porque no quiere. Bromas a parte, parece mentira cómo poco a poco te vas sintiendo más integrado en tu hogar a medida que más se acerca a lo que uno había soñado...
salvando siempre las inevitables distancias de lo onírico y lo real.
Como diría mi venerada Antonia Sanjuan en su papelón en "Todo sobre mi madre": "UNA ES MÁS AUTÉNTICA CUANTO MÁS SE PARECE A LO QUE HABÍA SOÑADO DE SÍ MISMA" Yo creo que pocas frases resumen tantos y tan distintos aspectos del ser humano.

Mi montaña: el edificio. Mi casa: el sobreático. Mi jardín: las plantas de la terraza. Mi mulo: Sir Wazz. El blanco de Canjáyar: la fachada de mi hogar.