jueves, 21 de julio de 2011

HOY PODÍA HABER SIDO UN BUEN DÍA

Ayer me desperté con la absurda sensación de tristeza que da la absoluta felicidad. Era tan feliz que no paré de contarlo a mi alrededor aunque siempre cauto, por aquéllo de que tanto y tan bueno no puede durar o no puede ser cierto.
Ayer fue uno de esos días en que se cumplía la ley de Murphy con la que deja patente que si te levantas pensando que Hoy puede ser un buen día... seguro que viene alguien y te lo jode!!
Un despertar despejado, algo bastante inusual en mi que me puedo ronear en la cama hasta la hora de volverme a acostar.
El sentimiento de plenitud, del que no sabes los motivos, pero compartes los resultados con cada uno de quienes te rodean.
Mi tarde libre en compañía de la mujer más dulce que se pueda conocer.
Noche de aniversario con la Matriarca más cañera.
Pero conseguiste tocarnos con tu llamada y agriarnos con tu mensaje. No a lugar querido,... no a lugar.
Apareció ese alguien que te jode el día, y el día se continuó jodiendo cuando mi dulce compañía se cayó por las escaleras.
Adiós felicidad, plenitud, buen rollo, pastel... y corre para urgencias.
Ayer debió ser mi día y me lo robaste. Hoy era mi día y lo volviste a romper.
Hoy me has fulminado.
He oido, he visto y sé muchas cosas que hasta hoy no consiguieron moverme de tu lado.
Realmente eres poderoso. Puedes sentirte completamente realizado.
Hoy, con tan sólo unas palabras, quebraste la tierra bajo mis pies y azotaste de nuevo mi alma.
Volví a marearme pensando que caería en la grieta, pero no, esta vez no caí. Sencillamente nuestros suelos comenzaron a separarse. Recuérdalo en momentos de bajón, porque si volviera a tenderte mi mano ya no podrías alcanzarla. Hoy comenzaste a alejarnos
Así es el universo... un continuo movimiento capaz de alejar continentes y hundir preciosas islas!

martes, 10 de mayo de 2011

LA ESPIRAL DEL TIEMPO



¿Qué nos está ocurriendo?

Pasamos por la vida tan deprisa que no merecemos conjugarla en verbo.

Es tal la velocidad que a penas pisamos... y si no pisamos ¿Cómo queremos dejar huella?

No vivimos. Engullimos el tiempo sin pensar en saborearlo.

Ignoramos a los sentidos y atragantamos al cerebro con información tan importante para algunos como inservible para el alma.

Saturamos a la mente con cribas de prioridades... y un día nos damos cuenta de que, sin ser del todo conscientes o siendo algo inconscientes, hemos priorizado necesidades ajenas delegando las propias en manos de quienes no les importa lo más mínimo.

Una rutina que se adueña de nuestros intereses y anhela nuestras intenciones volviéndonos seres programados al antojo de intereses e intenciones ajenas.

De repente, te observas de forma distinta en el espejo y te ves tan diferente...

Ya no ves qué tal luce tu nuevo y extremado tinte porque has ido dejando paso a unas cuantas brillantes canas que dan cuerpo a un corte más discreto.

Secas la piel recién duchada y la sientes algo menos tersa que hace algún tiempo.

Te detienes en la mirada para reeencontrar el ayer con el hoy.

Compruebas que lo que aún parecía ayer, realmente pasó 15 años atrás. Quince años vividos con la sensación de un chasquido.

Descubres que esos ojos de Bamby brillan de forma diferente, el lagrimal tornó añoranza casi todo lo que un día se llamaba ilusión.

¿Tan rápido hemos de vivirlo todo?Nos pasamos casi una vida entera para hacernos un sitio en ella y no pensamos en darnos un sitio a nosotros mismos para tener vida.

Y me siento astiado de un círculo vicioso en espiral, cada vez más estrecha y mareante. Una puta espiral que une náusea con nausea. Me angustia y a tanta velocidad que no me deja concentrar.

...si hasta la crisis de los 40 me ha llegado a los 35!!! Cómo pasa el tiempo....

Siento que resbalo pero me quemo las manos si intento frenar para volver.

Será cuestión de preparar tarros de Sylvaderma y disfrutar de cada momento que me regale el remontar, porque sin duda será muuuuucho más lento de lo que ha sido la caída.