miércoles, 15 de enero de 2014

DANIELLA

Bien entrado este 2014 ya he podido hacer mi recuento personal a todos los acontecimientos que me brindó el 2013.
365 días dan para mucho... tanto, que no me hubiera importado ahorrarme algunos momentos. Pero he de ser sincero conmigo mismo y aceptar que, como en el contrato del matrimonio, los momentos de mi vida me acompañarán en lo bueno y en lo malo, en la salud y la enfermedad, la riqueza y la pobreza hasta que la muerte me los arrebate.
Recuerdo que empecé el año con la ilusión de entrar en mi mejor año. Que iba a ser un año realmente próspero y cargado de felicidad. Lo sé. Camino de los 40 y sigo siendo el mismo ingenuo de los 15 que aún cree en un golpe de suerte, un cambio de ciclo o cualquier otra escusa que me aporte los motivos para creer que esos tiempos mejores a los que tanto apelamos están llegando ya.
-Perdonad. Me estaba riendo sólo-
¿Recordáis la noche de Reyes?
¿Hay algo más mágico que la mezcla de ilusión y ansiedad de un niño ansioso por que llegue ese momento?
Confieso haber olvidado esa sensación algún tiempo atrás.
Este 2013 me devolvió la sorpresa de ése día haciéndome el mejor regalo que podía esperar. Daniella.
Nacida el día de Reyes, se ha convertido en mi princesita. Llegó como un ángel, mirándonos con esos ojazos azul cantábrico de pestañas interminables.
Ha pasado un año y aún no puedo expresar lo que supone en mi vida. Supongo que podría adornarse de mil palabras rebuscadas, pero en definitiva se resumirían en una. AMOR.
Es pasión por abrazarla, besarla.
Es la necesidad de recrearme en su mirada de ángel y su pícara sonrisa mientras acapara toda la atención con las mil carantoñas que regala.
Es una inyección de positivismo Llena de ternura y alegría.
Es mi referente de superación innato 100% porque nació luchadora y no pasa un día sin demostrarlo.
Es mi loca preferida cuando me descoloca con sus puntazos.
Es la payasa más divertida cuando no para de hacerme reir aunque lleve un largo y triste día de perros.
Son tantas las buenas sensaciones que me abordan cuando estamos juntos y tan bonitas ilusiones cuando pienso en ella, que prácticamente no recuerdo qué pasó "menos bueno" en el 2013. Aunque le esperan laaaargas charlas de estos primeros años de su vida.
Ha sido tan grande su llegada a nuestras vidas que desde entonces, para mi la Noche de Reyes se ha convertido en el Día de mi Reina.

Te adoro Daniella

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